¿Por qué no elegir... VIVIR?

La historia es esta, después de trabajar casi ya 8 años en una gran compañía de telecomunicaciones, en Chile; hace 2 años que la empresa cambió su enfoque y desde entonces, hemos pasado de ser “Ejecutivos Teleasistentes” a “obreros” (sin menospreciar), víctimas de los latigazos e injusticias cometidas por nuestros superiores. Está claro que, para las grandes empresas, uno termina siendo un número, una cosa, un algo; lo que implica que puede verse uno fácilmente reemplazado, pero ¿Qué sucede cuando ese” uno” se destaca por sobre los demás ¡tanto! que hace sentir a sus superiores su realidad de inferioridad?... Bueno, yo les cuento: tratan de aburrirte como sea, te siguen, buscan alguna debilidad, te molestan, te hostigan, etc.
Cuento corto, desde Marzo de este año, sufro de Crisis de Pánico, producto de hostigamiento laboral, sólo por destacarme y tener gran poder de convocatoria entre mis pares y otras personas, esto último, determinado por la misma empresa que me ha otorgado varias condecoraciones y me mantiene trabajando en el mismo puesto, al que logré llegar a los 5 meses de haber ingresado a la empresa... En fin, llevando apenas casi un año de matrimonio, comprenderán que este tiempo no ha sido precisamente una “Luna de Miel”. Las Crisis de Pánico pueden manifestarse de distintas formas, en mi casi, se me provoca una contracción del corazón que se parece mucho a la sensación de un preinfarto y cuando son muy fuertes, se me paraliza gran parte del cuerpo y para nadie es fácil sobrellevar eso... Uds. Se preguntarán ¿Adonde voy con esto? Pues, voy a que pasado mañana debo volver a trabajar a ese mismo lugar (he tenido un largo período de licencias para recuperarme), a lidiar con esa misma gente, pero sólo porque creo que los ciclos deben cerrarse y no permitir que la falta de esperanza te paralice y te haga ceder ante lo injusto... Y, aunque sea difícil comenzar de nuevo en otro lugar, si me preguntan entre elegir SOBREVIVIR y VIVIR... ¿Por qué no elegir VIVIR?
¡Gracias a cuantos compartieron este oscuro y doloroso proceso y tiempo conmigo, especialmente a Pablo (mi esposo)... Y les hago saber, que pueden estar tranquilos, porque estoy volviendo, volviendo a BRILLAR!