05 noviembre 2005

Todo lleva tiempo... como el Bambú Japonés!

El Bambú Japonés (Autor Desconocido)

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada y grita con todas sus fuerzas: "¡Crece, maldita seas!" Con el Bambú Japonés, sucede algo curioso. Siembras la semilla, y te ocupas de regarla constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada aparentemente con la semilla durante los primeros siete años. A tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un periodo de solo seis semanas la planta de bambú crece ¡mas de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer? No. La verdad es que se tomo siete años y seis semanas en desarrollarse. Durante los primeros siete años, de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años. En la vida cotidiana tratamos de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que este requiere tiempo. Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta. Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado. De igual manera, es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creeremos que nada está sucediendo, y esto puede ser extremadamente frustrante. En esos momentos (que todos tenemos), debemos recordar el ciclo de maduración del Bambú Japonés, y aceptar que en tanto no nos crucemos de brazos, ni abandonemos nuestra tarea, si está sucediendo algo profundo: estamos creciendo y madurando. Quienes no se dan por vencidos, van creando el temple que les permitirá sostener el éxito.
El triunfo es mas que un proceso que lleva tiempo y dedicación.
Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros. Exige cambios, acciones y formidables dotes de paciencia.

1 Comments:

Blogger MartinaMartinez said...

Interesante lo que escribiste. Siempre he creído que la paciencia es demasiado importante para lograr lo que quieres (y además sentirte satisfecho or un buen resultado). Este año ha sido mi año de autocontrol y paciencia a gran escala, y a ratos uno se desespera porque quiere que pase el tiempo rápido y es difícil ver si toda esa paciencia dará los frutos esperados. Pero tengo fe que de que dará frutos positivos, los dará...aunque no sean exactamente los esperados.


saludos!

06 noviembre, 2005 10:28  

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