Ya hace mucho...

Hace mucho... creo que ya son 3 meses de sequía de líneas plasmadas, porque en realidad, tengo millones de líneas burbujeando, intentando escapar, vencer las paredes del miedo y la abulia y desbordarse por aquí... Ha sido un tiempo muy intenso, de muchos y muy profundos cambios; algunos dolorosos, otros constructivos, inesperados, mágicos, pero sobre todo oportunos... Oportunos por que se dieron en un momento clave y también, porque cada uno de ellos ha sido una oportunidad para revalorar, reinventar... en fin, recomenzar muchas cosas... En uno, de estos muchos momentos difíciles, decidí darme un minuto para verme desnuda frente a mis espejos, aquellos, los mas severos, que ven desde adentro hacia fuera y viceversa...

Mis ojos...

Ellos me murmuraron sugerencias varias y me gritaron también ordenes urgentes, una de estas fue volver a escribir. Creo que tal vez, por tanto tiempo de desobediencia se nublaron y se oscurecieron, al punto de no saludar al Sol que sale todos los días, al punto de pensar que no había belleza a mi alrededor o dentro de mí... Tanto tiempo de desobediencia provoco varias inundaciones... Entonces, el torrente de mis lágrimas se abrió paso y fue descongestionando tanta contaminación, dando paso a nuevos aires, permitiéndome volver a reencontrarme con los rayos del Sol, devolviéndole la luz a mi par de faroles negros y volver a ver con claridad a través de ellos... Hoy mis espejos pueden parecer algo hinchados producto de las inundaciones y de tanta tormenta, pero brillan, se maravillan, capturan y regalan mucha luz y me sugieren que les comente; que Uds. han sido de un modo u otro, parte de mi enciclopedia de la amistad, del amor y desamor, la confianza, el apoyo, la alegría y el dolor, el crecimiento, la humildad, la sinceridad y la esperanza... Estas y muchas otras cosas mas les quiero agradecer hoy, porque he sentido que debí haberlo hecho ya... hace mucho.
¡Me da gusto volver a verlos y poder decirles a todos y cada uno, que los extrañé y los quiero mucho!