Las lágrimas también sonríen...
me sorprendí merodeando mi memoria,
visitando particulares paisajes y cómplices rincones,
reviviendo aromas y sabores,
sentimientos y sensaciones,
dejándome asaltar nuevamente por el erizar de mi piel...
Y debo reconocer, que por un camino u otro,
a embriagarme con todo y nada,
respiro profundo y me emociono y redescubro...
que las lágrimas también sonríen...